3. DÓNDE ESTUDIAR…

 

 

 

   Hasta hace pocos años, los únicos lugares para formarse en composición eran los conservatorios o los maestros particulares. Sin embargo, y como hemos repasado en los puntos anteriores, el panorama de la creación musical en nuestros días resulta de lo más amplio y variado, principalmente por la coexistencia de estilos y enfoques muy diferentes, tan característica de nuestra época. Esta variedad también se refleja en la oferta educativa, que cada vez se diversifica más. Realizamos aquí una breve síntesis sobre ella, en la que tomamos como referencia España, aunque en muchos países europeos, también americanos, se siguen caminos parecidos.

 

   Conservatorios y Universidades Públicas en Europa: centros por antonomasia para formarse en composición en Europa, de larga tradición. En España, en enseñanza media y superior pública, sólo existen los Conservatorios. Otros países, como Alemania, cuentan también con un formato universitario que recibe el nombre de HochSchule. Habitualmente todos requieren de pruebas de ingreso en las que hay que demostrar una sólida formación previa. La preparación que ofrecen los Conservatorios es prolongada, exigente y completa, ligada frecuentemente también a la práctica instrumental.

 

 

 

 

   Su enfoque se dirige principalmente hacia la Música Clásica y de Vanguardia, aunque poco a poco empiezan a abrirse a otros estilos musicales. En España ha comenzado a incorporarse el Jazz y hay países, como Holanda, en los que hace ya tiempo que se han abierto también a estilos de raíz étnica. Suelen contar con amplios medios, como orquestas o grupos de cámara, que facilitan la interpretación de las obras compuestas, así como grandes aulas, e instalaciones. Hoy en día siguen siendo, muy de lejos respecto a otras posibilidades, la mejor opción si se desea una formación realmente profunda, amplia y completa en Composición Musical.

 

   En España la enseñanza de la composición se proporciona en dos niveles diferentes de Conservatorios. Las bases de la composición se abordan en los Conservatorios Medios, también llamados Profesionales, a lo largo de cuatro cursos, dos de Armonía y otros dos de Fundamentos de Composición los cuales, si se imparten y aprovechan adecuadamente, pueden llegar ya a ofrecer una considerable preparación en el Arte de Componer. Para una completa especialización en Composición es posible acceder posteriormente a un Conservatorio Superior, con un programa de estudios exclusivamente dedicado a ella que abarca otros cuatro cursos.

 

   Grados Universitarios Privados en España: ingresar en un Conservatorio, especialmente los superiores de mayor prestigio, requiere un gran nivel musical previo y competir por pocas plazas con otros aspirantes también muy bien preparados. Por otro lado, los Conservatorios, centrados en el uso de instrumentos tradicionales, no realizan aún especial énfasis en la práctica de la Informática Musical, la cual es esencial para la creación musical profesional en nuestros días. Tampoco en las técnicas de Marketing o Promoción Empresarial. Por eso han surgido instituciones privadas adscritas a universidades, especialmente en Madrid, Barcelona y Valencia, que ofrecen Grados universitarios en Creación Musical y que sortean los supuestos inconvenientes descritos con los Conservatorios. Es decir, el ingreso resulta bastante fácil si se poseen buenos recursos económicos, incluso con mínimos conocimientos musicales (alguna ni siquiera exige conocimientos previos!), y realizan gran énfasis en la Informática Musical y en la orientación comercial de la música compuesta.

 

   Sin embargo, sus desventajas también son considerables, ya que al tratarse de centros completamente privados sus estudios resultan muy costosos. Y la formación musical que ofrecen es realmente limitada. Principalmente por el bajo nivel musical de partida que puede presentar su alumnado, comparado con el de los Conservatorios. Por ello, aunque intentan aportar una panorámica de los diversos estilos musicales, se centran acusadamente en estilos tipo Pop-Rock, ya que el abordaje de estilos más clásicos o vanguardistas de forma seria, y con toda la sutileza del manejo armónico, contrapuntístico, instrumental y orquestal que ello requiere, resulta casi inviable sin una preparación musical previa realmente alta. Por el contrario, el Pop-Rock con un toque de Jazz resulta muy atractivo para el público joven al que se dirigen y muy accesible con mínimos conocimientos musicales.

 

   Estos centros se inspiran en gran medida en el modelo del Berklee College of Music de Boston, que cuenta también con una sede en Valencia. Y al igual que él, en síntesis, ofrecen una vía rápida para la formación en Creación Musical que puede resultar de utilidad para la formación en estilos de tipo Pop-Rock, jazzísticos no muy complejos, étnicos o clásicos básicos. Con énfasis en la Informática Musical, en los aspectos comerciales, y una marcada orientación hacia la música de audiovisuales que, a día de hoy, es cierto que se centra en los citados estilos.

 

   Academias privadas en España: Las características de las academias coinciden en gran medida con las de los centros universitarios privados previamente descritos. Aparecieron bastante antes que éstos, con el objetivo de cubrir los aspectos que los conservatorios no atendían. Se suelen centrar, en general, en estilos Pop-Rock y jazzísticos, así como en Informática Musical. La diferencia con los primeros es un programa de estudios flexible y de menos exigencia, generalmente también más económico, que no conduce a una titulación oficial.

 

   Conservatorios Privados en España: Algunos centros privados que surgieron como academias han evolucionado hacia Conservatorios, adoptando el plan de estudios oficial que rige para éstos y ofreciendo, por tanto, también una titulación oficial al concluir los estudios, idéntica a la de los Conservatorios públicos. Curiosamente, tienden a mantener la "genética" con la que nacieron como academias. Así en la ciudad de Madrid, existe la Escuela de Música Creativa, que se orienta hacia el Pop-Rock y Jazz. O la Escuela Katarina Gurska, con Conservatorio medio y superior, siempre orientada hacia la Música Clásica. Su ventaja es la facilidad de acceso frente a los Conservatorios públicos. Las desventajas, lo costoso de sus estudios y los menores recursos e instalaciones con los que suelen contar, frente a los centros públicos.

 

   Profesor Particular: Desde tiempos inmemoriales la creación artística se ha aprendido con un Maestro, junto al que se permanecía durante muchos años y del que se iba absorbiendo su técnica artística, a veces casi más por intuición que por explicación. Un caso paradigmático es el de Mozart con su padre, Leopoldo, también compositor. En España recientemente ha habido un caso notable, el del compositor español Francisco Guerrero (1955-97), que formó de manera particular a una generación de compositores de gran éxito, tanto dentro como fuera de España, entre los que podemos citar a Jesús Rueda, David del Puerto, Jesús Torres o Alberto Posadas, entre otros.

 

   Las ventajas de un formador particular pueden ser una mucha mayor profundización y la atención personalizada, sin las restricciones de unas clases colectivas regidas por un horario estricto. Si el Maestro es una persona de renombre y fuerte personalidad, es fácil además que algunas de sus características se transfieran a los alumnos. Las desventajas: un cierto aislamiento y limitación a las ideas del Maestro, sin la variedad de planteamientos que puede darse en un centro con amplio profesorado y alumnado. También la carencia de algún título o reconocimiento oficial tras los estudios que facilite, por ejemplo, la docencia en centros oficiales.

 

   Autodidactismo: Se han producido no pocos casos de autodidactismo en relación a la Composición a lo largo de la historia de la Música. Uno muy conocido es el del compositor norteamericano George Gershwin. También han sido considerados en gran medida autodidactas los compositores rusos componentes del llamado "Grupo de los Cinco", que revolucionaron la música rusa e influyeron también notablemente en el resto de Europa. Lo formaban Balakirev, Cui, Musorgski, Rymsky-Korsakov y Borodin.

 

   Y en gran medida, casi todos los grandes creadores han de ser considerados como relativamente autodidactas. Pues, ni el mejor maestro, ni el mejor centro educativo puede enseñar más que una reducida parte de los conocimientos necesarios para producir arte de alto nivel. En el caso de la Creación Musical, sólo el esfuerzo personal sostenido de análisis profundo de multitud de obras del repertorio puede proporcionar la información completa. Pues los secretos de la gran Música no se encuentran ni en los libros, ni en el discurso de los maestros, sino en las partituras de la gran Literatura Musical. Por ello, los libros o los maestros, si son realmente eficaces, lo más a lo que pueden aspirar es a servir de ejemplo y a aportar las herramientas para acceder a esos secretos.

  

 

 

 

4. A COMPONER !

 

 

 

   La lectura de esta guía puede transmitir la idea de que componer con una técnica un tanto solvente requiere de una larga temporada de estudio. La idea es absolutamente cierta pero no implica, para nada, que haya que esperar a completar tales estudios para lanzarse a componer.

 

   De hecho, uno de los peligros de un estudio tan prolongado es confundir el medio con el fin. Es decir, estudiar y estudiar, dilatando el estudio hasta el infinito para posponer siempre el momento de atreverse a componer algo de cierta entidad, más allá de los ejercicios incluidos en el propio proceso de aprendizaje. En definitiva, el peligro de quedar atrapado en el pensamiento de que siempre nos falta dominar una u otra técnica para realmente ser capaces de componer.

 

   Al principio de esta guía recordamos cómo componer puede ser muy fácil. Y cómo hay mucha gente que lo lleva a cabo con casi nulos conocimientos musicales, y hasta triunfa con esas creaciones. Pues, tan importante, o casi más que la formación, es la actitud de componer. Es decir, la actitud de atreverse a ello, de ponerse a la tarea, sin importarnos en ese momento si nuestra técnica es mejor o peor.

 

   Se puede estudiar composición sólo como base para otras disciplinas, como la Dirección de Orquesta, la Dirección de Coros, la Pedagogía Musical o la Musicología, por ejemplo. O por el simple hecho de adquirir una comprensión muy profunda de la literatura musical, muy útil también para quien se dedica a la Interpretación. Pero si la vocación es realmente la Creación Musical, es deseable componer incluso antes de haber empezado a estudiar, mientras discurren los estudios y, por descontado, al concluir éstos. Cultivar esa actitud, alimentarla, fomentarla y procurar en lo posible que vaya a más. Exponiendo también, sin el más mínimo pudor, nuestras creaciones a los demás. Y si, por lo que sea, no nos convence nuestra creación, o no gusta a quien la mostramos, analizar inteligentemente cuál puede ser la carencia de nuestra obra, e intentar mejorar en la siguiente. Pero jamás quedarse bloqueado.

 

   En último término, e incluso sabiendo mucho, el arranque y la actitud de componer requiere siempre de una cierta postura de ingenuidad. La ingenuidad de quien conoce sólo cuatro acordes y compone despreocupadamente una canción tras otra. Esa ingenuidad casi de niño que es fácil perder cuando se cuenta con muchos conocimientos, transformándose en bloqueo ante el papel en blanco, en desconcierto sobre qué técnica utilizar de las muchas que saben, en miedo a resultar banales o a imitar obras preexistentes.

 

   Ha habido y hay muchos creadores afortunados que ejercen de manera espontánea esa ingenuidad, la cual, por una u otra razón, probablemente nunca les abandonó desde su infancia. Para otros, sin embargo, resulta mucho más difícil situarse en ella, lo que puede conducirles a pelear y sufrir denodadamente a la hora de iniciar una nueva creación. No pocos artistas han recurrido incluso a drogas para alcanzar de manera artificial esa inconsciencia liberadora de los temores ante el arranque de una nueva obra o la continuación de la misma. Por supuesto que no recomendamos en modo alguno tal método. Por el contrario, si no se posee de manera innata, la ingenuidad es una actitud que puede también recrearse desde la mera inteligencia. Y el procedimiento no es otro que la convicción de su necesidad, el ejercicio consciente de la misma en la vida cotidiana y la valentía, e incluso traviesa diversión, a la hora de adoptarla y lanzarse a la insensata y fascinante aventura que supone el inicio de una nueva creación.

 

   Superado, por una u otra vía, el vértigo ante el comienzo de una obra, los conocimientos y la técnica estudiada son los principales motores en los que apoyarse para desarrollar todo el discurso posterior, gracias a los cuales es posible generar una estructura artística sólida y de interés, especialmente en obras de cierta envergadura. Aunque, junto a ellos, entra en juego otra actitud, la voluntad o constancia, imprescindible para hacer avanzar realmente la obra hacia delante y no abandonarla a medias, lo cual también es frecuente, y más propio de diletantes que de profesionales o creadores con verdadera vocación artística. Ante las dificultades que puedan surgir, de nuevo un toque de ingenuidad o despreocupación puede resultar de gran utilidad para superar bloqueos, ayudándonos a buscar una salida, la que sea, aunque resulte banal en ese momento. Al menos se continuará avanzando en la obra y ya habrá tiempo, más adelante, para retocar ese pasaje si se considera que no responde a realmente a las expectativas.

 

   Finalmente, no queremos dejar pasar por alto una última actitud, esencial si la inquietud artística apunta alto. Nos referimos a la ambición. Ambición por superarnos, por superar también la obra de otros artistas. Ambición por alcanzar perfección, equilibrio e interés en el resultado final. Ambición por ofrecer algo novedoso, por sorprender y seducir al oyente con nuestra Música. Ambición por dotarla de componentes culturales o intelectuales elevados. Ambición por desarrollar una fuerte personalidad que nos diferencie de otros, por elaborar un mensaje claro en nuestras obras y transmitirlo con firmeza. Ambición, en último término, por trascender con nuestro arte.

 

   Por tanto, preparación técnica, ingenuidad, voluntad y ambición constituyen, en síntesis y a nuestro juicio, los cuatro ingredientes principales que facilitan la aventura de componer. Como puede apreciarse, tres de ellos son tan sólo actitudes, que no requieren en consecuencia de ningún Conservatorio o Maestro, sino casi exclusivamente de un simple impulso personal al respecto. Hay incluso quien contando con sólo dos de esos ingredientes, ingenuidad y voluntad, se gana la vida componiendo. ¿Quién dijo que es difícil componer?

 

 

 

  

 

5. BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS

 

 

   La bibliografía sobre técnica de creación musical es extensa, especialmente en algunas áreas como la Armonía, el Contrapunto o la Historia de la Música. Aquí presentamos una selección abreviada de textos, de carácter introductorio y mayoritariamente en castellano. Consideramos que destacan, en su conjunto, por la claridad de planteamiento y lectura. Es decir, resultan prácticos desde el punto de vista pedagógico de cara a la iniciación en las diferentes materias. Algún texto, como el Atlas de Música Alianza, se incluye en más de un epígrafe por comprender, como es lógico, contenidos de utilidad para varios de ellos.

  

 

5.1. Armonía:

 

Robles, Luis. Iniciación a la Armonía Tonal Clásica. Madrid, 2010. Disponible en línea en http://www.haciendomusica.com/_enter.php?page=armonia.htm

 

Roca, Daniel, Ignacio Cabello, y Emilio Molina. Armonía 1 y 2. Madrid: Enclave Creativa, 2007.

 

Piston, Walter, y Mark Voto. Armonía. Alcorcón: Mundimúsica ediciones, 2008.

 

Gauldin, Robert, y Barbara Zitman. La practica armónica en la musica tonal. Madrid: Akal, 2009.

 

Herrera, Enric. Teoría musical y armonía moderna. Barcelona, España: Antoni Bosch Ed., distribuido por Music Distribución, 1995.

 

 

5.2 Informática Musical:

 

Los siguientes recursos son todos gratuitos, excepto el secuenciador Reaper, que cuenta con una prueba de evaluación de 60 días. Posteriormente hay que adquirirlo, pero resulta bastante asequible, 60 dólares la licencia educativa.

 

MuseScore, Editor Musical. En https://musescore.org/es

 

Reaper, Secuenciador. En https://www.reaper.fm/

 

Audacity, Editor de Audio. En http://audacity.es/

 

VST: Sintetizadores y Efectos gratuitos. En http://www.vst4free.com

 

DM-D: Entorno de Composición Algorítmica, por Luis Robles. En http://www.designingmusic.org/

 

 

5.3 Análisis:

 

Robles, Luis. Una Introducción al Análisis Musical. Madrid, 2011. Disponible en línea en http://haciendomusica.com/_enter.php?page=analisis.htm

 

LaRue, Jan. Análisis del estilo musical. Cornellà de Llobregat: Idea Books, 2004.

 

Santos, Alicia, y Rafael Eguílaz. Cuaderno de Análisis: Iniciación al Análisis Musical. Madrid: Enclave Creativa, 2010.

 

Michels, Ulrich, León Mames, y Gunther Vogel. Atlas de Música. Madrid: Alianza, 1982.

 

 

5.4. Elaboración Temática:

 

Devesa, Manuel. Fundamentos de composición. Conceptos básicos para alumnos de composición. Valencia: Rivera, 2009.

 

Schoenberg, Arnold, traducción de A. Santos. Fundamentos de la composición musical. Villaviciosa de Odón, Madrid: Real Musical, 1994.

 

Robles, Luis. Una Introducción al Análisis Musical. Madrid, 2011.Disponible en línea en http://haciendomusica.com/_enter.php?page=analisis.htm

 

 

5.5 Repertorio Musical:

 

Burrows, John, Charles Wiffen, y Robert Ainsley. Música Clásica, Guías Visuales Espasa. Pozuelo de Alarcón, Madrid: Espasa, 2006.

 

McLeish, Kenneth, et al. La discoteca ideal de música clásica. Barcelona, España: Planeta, 1998.

 

Burkholder, J. P., et al. Norton Anthology of Western music. New York: W.W. Norton, 2014.

 

 

5.6 Historia de la Música:

 

Lord, María, John Snelson, y Mariano Ramírez. Historia de la música : desde la antigüedad hasta nuestros días. Barcelona: H.F. Ullmann, 2008.

 

Burrows, John, Charles Wiffen, y Robert Ainsley. Música Clásica, Guías Visuales Espasa. Pozuelo de Alarcón, Madrid: Espasa, 2006.

 

Grout, Donald J., Claude V. Palisca, y León Mamés. Historia de la música occidental. Madrid: Alianza, 1990.

 

Michels, Ulrich, León Mames, y Gunther Vogel. Atlas de Música. Madrid: Alianza, 1982.

 

 

5.7 Improvisación:

 

Cisneros, Juan M, Ignacio Doña, Julia Rodríguez y Emilio Molina. Improvisación y acompañamiento. Madrid: Enclave Creativa, 2010.

 

 

5.8 Contrapunto:

 

Gago, José. Tratado de contrapunto: tonal y atonal. Barcelona: Clivis, 1998.

 

Otero, Francisco, y Daniel S. Vega. Tratado de contrapunto. Madrid: Música Didáctica, 2000.

 

Forner, Johannes, y Jürgen Wilbrandt. Contrapunto creativo. Cornellà de Llobregat, Barcelona: Idea Books, 2003.

 

Gedalge, André, Alexandre Schinieger, y Mercedes Zavala. Tratado de fuga. Madrid: Real Musical, 1990.

 

 

5.9 Instrumentación y Orquestación

 

Adler, Samuel. El estudio de la orquestación. Barcelona: Idea Books, 2006.

 

Charles, Agustín. Instrumentación y orquestación clásica y contemporánea. Valencia, España: Rivera Editores, 2008.

 

 

5.10 Formas y Géneros de la Música Clásica

 

Kühn, Clemens. Tratado de la forma musical. Cornellà de Llobregat: Idea Books, 2003.

 

Denizeau, Gérard, y Eva Julià. Los géneros musicales: una visión diferente de la historia de la música. Teià: Ma Non Troppo, 2008.

 

Michels, Ulrich, León Mames, y Gunther Vogel. Atlas de Música. Madrid: Alianza, 1982.

 

 

5.11 Música de Vanguardia

 

Ross, Alex, y Luis Gago. El ruido eterno: escuchar el siglo XX a través de su música. Barcelona: Seix Barral, 2009.

 

Persichetti, Vincent. Armonía del Siglo XX. Madrid, Real Musical: 1985.

 

Perle, George. Composición Serial y Atonalidad: Una introducción a la música de Schoenberg, Berg y Webern. Barcelona: Idea books, 1999.

 

Marco, Tomás. Pensamiento musical y Siglo XX. Madrid: Fundación Autor Sociedad General de Autores y Editores, 2002.

 

Dallin, Leon. Techniques of twentieth century composition; a guide to the materials of modern music. Dubuque, Iowa: W.C. Brown Co, 1974.

 

 

5.12 Integración de Música y Vídeo - Bandas Sonoras

 

Román, Alejandro. Análisis musivisual: guía de audición y estudio de la música cinematográfica. Madrid: Vision Libros, 2017.

 

 

 

 

 

6. APÉNDICE

 

ESQUEMA DE LOS ESTUDIOS OFICIALES DE MÚSICA EN ESPAÑA

 

 

   Se organizan en tres etapas. La primera, el Grado Elemental, comprende 4 cursos de iniciación y se centra en el aprendizaje del Instrumento y Lenguaje Musical. La siguiente, Grado Medio (también llamado Profesional), cuenta con 6 cursos de duración. Se continúa con el estudio del Instrumento y se incorporan otros de profundización en el conocimiento musical, como todas las Prácticas de Conjunto, Armonía, Análisis Musical, Fundamentos de Composición, Historia de la Música u otras asignaturas propias de los diferentes instrumentos o itinerarios de especialización.

 

   El Grado Profesional proporciona ya un título oficial en Música y, además, la preparación para poder continuar Estudios Superiores, que cuentan con otros 4 cursos de duración. Aunque los estudios resultan prolongados, existe la posibilidad de acceder, en Grado Elemental o Medio, a cualquier curso intermedio, mediante un examen de nivel. También de acelerarlos, realizando dos cursos en uno.

 

 

 

 

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