COMPOSICIÓN MUSICAL - GUIA DE ESTUDIO

 

 

 

El estudio de la Composición Musical se ha tornado cada vez más complejo en las últimas décadas por la disparidad de tendencias y estilos musicales presentes en la sociedad actual, así como por la irrupción de las tecnologías informáticas. Es nuestro objetivo que esta guía ayude a adentrarse en este vasto campo y a seleccionar los intereses y focos de trabajo a quienes deseen transitar los senderos del arte de la Creación Musical.

 

 

 

1. ANTES DE ABRIR UN LIBRO…

 

 

1.1 COMPONER!... MUY FÁCIL O… MUY DIFÍCIL !

 

   Componer música puede resultar una tarea muy fácil. Mucha gente sin conocimientos musicales coge una guitarra, un teclado o un ordenador y crea canciones de forma autodidacta. Algunas de estas personas, además de disfrutar ellas mismas, consiguen hacer disfrutar a la gente de alrededor con sus creaciones. Unas pocas, incluso alcanzan el éxito público con su música, la comercializan y se hacen millonarias. Sin pisar un conservatorio y empleando quizás no más de tres o cuatro tipos de acordes distintos. Se trata de una forma de crear que puede ser muy gratificante y más que respetable. Aunque, si lo que se persigue es un cierto desarrollo profesional o intelectual a través de la creación musical, la garantía de éxito que ofrece esta vía es realmente reducida, por más que los medios de comunicación nos muestren a algunos artistas que alcanzan ese relativo éxito, frecuentemente efímero y apoyado más en estrategias comerciales que en un genuino talento artístico.

 

   Ello hace que no pocos artistas que arrancan por ese camino se den cuenta un día de que "están desnudos", como el rey del cuento. Tomen conciencia de su ignorancia y de los drásticos límites que ésta les impone. Y es que la Música ha experimentado un complejo y riquísimo desarrollo técnico en los últimos mil años, incrementado aún más durante el último siglo. Pretender componer algo de relevancia sin conocer, al menos en parte, algo de ese desarrollo es como querer realizar un rascacielos de ochenta plantas sin conocer las técnicas de arquitectura. Lo más que se conseguirá es levantar una cabaña, probablemente mediocre. Aunque siempre habrá iluminados que de verdad crean que han erigido un rascacielos, como le ocurrió al artista pop español José María Cano con su célebre "ópera" Luna.

 

   Por tanto, si se desea traspasar la barrera de las piezas sencillas compuestas para deleite propio y de los allegados, lo cual, insistimos, es una estupenda actividad, absolutamente respetable y una fantástica forma de iniciación, no hay otro remedio que adentrarse en un estudio serio de las técnicas de composición desarrolladas a lo largo de siglos por gente muy inteligente y de un nivel artístico inusitado, y tratar así de aprovechar todo lo conseguido por ella. Estas técnicas son muchas, y muy complejas, por lo que su estudio entraña dificultad y una dedicación de años. Sin embargo, el esfuerzo se verá siempre recompensado, no sólo por las habilidades que podamos adquirir y las obras que nos permita componer, sino por la belleza intrínseca a las propias técnicas, así como por la posibilidad de entender, en toda su plenitud, los monumentos musicales que han sido construidos aplicándolas.

 

 

1.2 UN POCO DE COCINA!...

 

   El objetivo de esta guía es mostrar, de forma ordenada, el panorama de estas técnicas y habilidades de composición para que, de esa manera, sepamos al menos "lo que hay que saber". Ya hemos hablado de arquitectura, con la que la música guarda innumerables paralelismos. Le toca ahora el turno a la cocina, con la que comparte también considerables aspectos pues una partitura es, en el fondo, una receta que los intérpretes han de elaborar.

 

   Los cocineros habitualmente se forman inicialmente en un tipo de cocina y, si quieren progresar, saltan después a otras diferentes. Para ello habitualmente viajan, residen en otros países y se empapan de culturas gastronómicas muy variadas. Los grandes maestros cocineros después de este proceso realizan una síntesis de lo aprendido y crean su propio estilo a partir de la combinación de las técnicas estudiadas.

 

 

 

 

   La formación en creación musical de calidad opera de manera parecida. Cuantas más técnicas y estilos musicales se dominen, más posibilidades tendremos de realizar propuestas realmente originales a partir de la combinación de ellas. Alguien que conozca los secretos de la música Pop-Rock, la Música Clásica, la Orquestación, el Jazz, la Música de Cine y el Folklore Egipcio tendrá muchas más posibilidades de acometer obras realmente creativas que el sólo erudito de Jazz. Por desgracia, hasta hace poco y por un mal entendido purismo estaba mal visto dedicarse a más de un estilo, despreciando además aquellos estilos ajenos, como tan habitual era en el ámbito de la Música Clásica. Y aún quedan muchos profesionales con prejuicios al respecto, aunque es verdad que cada vez menos. Nuestra recomendación es, si nos cruzáramos con alguno, no perder ni un minuto escuchándoles.

 

   A lo largo de esta guía lo que recogemos principalmente es pues una relación casi culinaria de las técnicas que consideramos más esenciales para la creación musical, dentro de nuestro marco de cultura europea. Cuantas más se conozcan y puedan estudiarse, mejor. Algunas son indisociables, por ejemplo no se pueden realizar estudios serios de instrumentación o armonía sin conocer el lenguaje musical. Otras, sin embargo, pueden ser completamente independientes como las músicas folclóricas y el clasicismo puro. Pero antes de adentrarnos en esta relación, nos detenemos en el los últimos 100 años.

 

 

1.3 DEL MANICOMIO DEL SIGLO XX A LA DEMENCIA DEL XXI

 

   En el momento de publicación de esta guía, otoño de 2017, probablemente gran parte de ella se encuentre a punto que quedar obsoleta. Pues nos encontramos a las puertas de una revolución de Inteligencia Artificial que transformará toda nuestra vida, y también la forma de componer. Creemos que ésta seguirá siendo dirigida por el artista creador humano, pero muchas tareas que actualmente se realizan de forma casi artesanal, como la escritura nota a nota de una partitura, serán realizadas por programas auxiliares. De hecho, en mi caso ha sido ya aplicado a varias obras a través de Designing Music. Incluso la propia Música, con mayúsculas, pudiera verse desplazada por nuevas prácticas artísticas derivadas de la tecnología. No creemos obviamente que pueda desaparecer, pero sí experimentar un arrinconamiento súbito, como el sufrido por el teatro con el cine y el vídeo.

 

   Aparte de las revoluciones tecnológicas a punto de llegar, hemos vivido ya unas cuantas en el último siglo que han transformado profundamente la Música y las habilidades que ha de poseer un compositor/a. Junto a ellas, se han explorado a través de las Vanguardias Artísticas del siglo XX multitud de nuevas fórmulas creativas, a las que se ha incorporado el conocimiento de la música de otras culturas gracias a los sistemas de grabación, así como la explosión de estilos de raíz popular, englobados bajo la etiqueta "Pop-Rock". Todo ello conforma hoy en día un crisol de técnicas, tendencias, estilos, procesos y formatos musicales variopintos en el que resulta muy fácil perderse o, cuanto menos, no saber por dónde empezar.

 

   Para completar el "manicomio", han surgido en los últimos 120 años nuevos formatos artísticos. Algunos ya muy viejos, como el cine. Pero otros novedosos, como el diseño de moda, la performance, la cocina, los videojuegos, o también el diseño industrial. Además todo se combina con todo, música con cocina, cocina con escultura, vídeo con arquitectura, etc... Todo es susceptible actualmente de ser considerado arte y ya nadie sabe muy bien qué es el arte.

 

   Evidentemente, no poseemos nosotros la respuesta a esa cuestión. Pero sí tenemos algo claro: ante un aparente caos o dispersión, los valores de "lo clásico" siempre perduran. Y nos explicamos. Por muy novedosas que resulten las propuestas artísticas, éstas siempre se apoyan en lo anterior y, por tanto, contienen una herencia, más o menos oculta, de lo que le ha precedido. Es más, esta herencia tiende a formar una parte muy sustancial de la estructura de la obra artística, especialmente en las grandes obras de arte y por modernas que éstas sean, pudiendo incluso ser la apariencia de modernidad tan sólo una fachada.

 

   El Guernica de Picasso, por ejemplo, contiene una complejidad de formas y una estructura de líneas en su composición que guían la mirada del espectador de manera muy similar a la que pueda darse en los cuadros de Velázquez. Dentro de su abstracción, el dibujo sigue una estilización, unas proporciones y una elegancia en las curvas que sólo salen de una mano que domine muy bien la pintura y el dibujo clásicos, como la de Picasso.

 

 

 

 

 

 

   En vista de ello, podemos cuestionarnos porqué las propuestas artísticas novedosas tienden a incluir elementos clásicos en su estructura. A nuestro juicio, las razones son dos. La primera es que esos elementos clásicos garantizan una proporción y equilibrio cuyo origen se encuentra en la experiencia de los genios que nos precedieron. La segunda es que el público recibe subconscientemente esa información de proporción y equilibrio que le es familiar, lo que facilita la recepción de una propuesta artística novedosa. Es decir, para un artista resulta una actitud muy inteligente conocer el arte clásico de su disciplina y emplearlo de manera más o menos estructural y subliminal en su nueva creación. Está, por un lado, "aprovechándose" de la experiencia de los inteligentísimos maestros/as que le precedieron. Está, por otro, facilitando la recepción y valoración de su creación. Y está, por último, evitando la más que probable mediocridad, pues su mente aislada muy rara vez conseguirá superar en genialidad a la suma de los maestros/as precedentes.

 

    En definitiva, ante la diversidad artística tan variopinta que caracteriza nuestra época posmoderna, la formación en las técnicas clásicas siempre es una apuesta segura. Por ello, la mayoría de los programas de estudios de las Escuelas de Arte, sean éstas de danza, pintura, arquitectura o música pop-rock, por ejemplo, suelen incluir materias de estudio de esas técnicas "clásicas" características de su disciplina. Resulta también imprescindible, por supuesto, el estudio de las tendencias más recientes. El ideal es evidentemente una combinación de todo aunque, frente a la duda y especialmente en una etapa inicial, una sólida formación clásica garantiza la base a partir de la que indagar, incorporar todo tipo de nuevos estilos y desarrollar a la postre el nuestro propio. La tentación de centrarse sólo en el exotismo de lo reciente, ignorando las técnicas de la tradición, está ahí y puede parecer un atajo rápido, que a veces incluso da resultados. Pero, insistimos, lo reciente se apoya en el pasado, por lo que pronto nos encontraremos limitados, sin base suficiente además para abordar estilos diferentes al que inicialmente nos interesaba.

 

 

 

( Continuar:  2. LO QUE HAY QUE SABER )